La atención de pacientes con fractura de cadera que no son candidatos a cirugía, ya sea por alto riesgo quirúrgico o por el tipo de fractura, presenta desafíos únicos. A continuación, se detallan algunas complicaciones comunes y sus respectivas soluciones:
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Escara coxígea por inmovilización: La falta de movilidad puede provocar úlceras por presión en la zona del coxis. Solución: Utilizar un rodete de piel de carnero y ajustar la cama clínica a una elevación de 30º del dorso. Esto aliviará el dolor manteniendo la punta del coxis en el aire y proporcionará la altura adecuada para el confort del paciente.
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Caída del empeine del pie: El peso de las sábanas puede causar la caída del empeine en la extremidad afectada. Solución: Emplear un arco protector para mantener las sábanas elevadas, creando una especie de carpa que proteja el pie. Alternativamente, se puede utilizar un banco de plástico colocado sobre el miembro afectado.
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Ardor de la piel: La sensibilidad cutánea puede aumentar debido al contacto prolongado con sábanas. Solución: Optar por sábanas clínicas libres de preservantes, tintes y de alta concentración de algodón. Las sábanas antiguas de puro algodón pueden ser una alternativa.
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Inmovilización de dorso: La falta de movilidad dorsal puede dificultar la autonomía del paciente. Solución: Una escalera de autoimpulso puede ofrecer mayor independencia, fortaleciendo el abdomen y facilitando movimientos mínimos.
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Escaras en los talones: La inmovilización puede adelgazar y sensibilizar la piel de los talones. Solución: Las taloneras de piel de carnero pueden prevenir el roce y la formación de úlceras por presión en esta área.
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Dolor cervical: La posición prolongada puede provocar dolor y contracturas en el cuello. Solución: Una almohadilla cervical y un cojín tubular de piel de carnero pueden ayudar a mantener la curvatura anatómica del cuello, evitando la contractura y el dolor.