Las escaras, también conocidas como úlceras por presión, son lesiones en la piel y tejidos subyacentes causadas por la presión prolongada. La infección de estas lesiones es una complicación grave que, en ciertos casos, requiere el uso de antibióticos. A continuación, te explicamos cuándo es necesario recurrir a este tipo de tratamiento.

Escaras que No requieren Antibióticos:

Una escara infectada pero no complicada generalmente no necesita tratamiento antibiótico. El manejo adecuado de la herida y las medidas preventivas suelen ser suficientes.

Escaras que Sí requieren Antibióticos:

Fractura Patológica bajo una Escara Infectada: Si hay una fractura ósea bajo la escara infectada, el uso de antibióticos es crucial para prevenir la osteomielitis, una infección ósea grave.

Celulitis Secundaria a una Escara: Si la escara ha provocado la aparición de celulitis, una infección de la piel y tejidos subcutáneos, es necesario el tratamiento con antibióticos.

Múltiples Escaras Infectadas con Síntomas Sistémicos: Si el paciente tiene varias escaras infectadas acompañadas de fiebre o decaimiento general, el uso de antibióticos es imprescindible.

Escara Infectada de Gran Extensión en Paciente Malnutrido: Las escaras grandes que comprometen tejidos profundos en pacientes con malnutrición requieren tratamiento antibiótico para evitar complicaciones mayores.

Paciente con Múltiples Escaras Infectadas en Estado de Abandono: En casos de abandono, donde el paciente presenta múltiples escaras infectadas, el tratamiento antibiótico es vital para controlar la infección y prevenir la sepsis.

Es importante recordar que el uso de antibióticos debe ser siempre supervisado por un profesional de la salud, quien determinará el tratamiento más adecuado según la gravedad y las características de la infección.