El sueño de todo viajero empedernido, amante de la aventura y las culturas del mundo, es llegar a Machu Picchu, la ciudad perdida de los Incas, en Perú. Así tambien la ciudad del Cusco, capital de imperio incaico, una de las ciudades más antiguas de toda América, es otro de los atractivos que atraen a millones de turistas.
Tanto Cusco, como Machu Picchu están en los andes, la mayor cordillera de América, que cuenta con majestuosos picos y valles, que se elevan a 3 mil metros sobre el nivel del mar. Esto puede ser un problema si el viajero tiene problemas respiratorios, impidiendo o limitando recorrer la ciudad del Cusco, escalar hasta Machu Picchu, o hacer el Camino Inca. Otro factor crucial a tener en cuenta si viajas a los andes peruanos es el mal de altura, también conocido como "soroche", este enemigo invisible puede arruinar tu experiencia.
¿Qué es el mal de altura?
Cuando viajas de altitudes más bajas a elevadas, a medida que asciendes, la presión atmosférica disminuye y, con ella, la cantidad de oxígeno disponible. Tu cuerpo intenta compensar aquella falta, pero si no se adapta adecuadamente, aparecen los síntomas del mal de altura como: dolor de cabeza, fatiga, náuseas, mareos, dificultad para respirar. El riesgo de mal de altura aumenta a altitudes superiores a 3000 m., como es el caso de la ciudad del Cusco que esta sobre los 3400m.
A medida que te desplazas a altitudes más elevadas, tu ritmo cardíaco aumenta, y tu respiración se vuelve más rápida y profunda para incrementar los niveles de oxígeno. Aunque respirar más rápido te permite inhalar más oxígeno, también te hace exhalar más dióxido de carbono.
Este es un proceso normal que lleva unos días. Te sentirás sin aliento cuando te esfuerces, y es posible que despiertes por la noche sintiendo que necesitas más aire. Muchos viajeros previenen estos síntomas recurriendo a oxigeno portátil, que les ayuda a hacer menos traumática la experiencia turística, y les ayuda a acelerar la aclimatación.
Oxígeno portátil: ¿es necesario cuando subimos a los andes?
En los últimos años, los tanques de oxígeno portátiles han ganado popularidad como salvavidas contra el mal de altura. Pero, ¿son la solución definitiva? Hemos investigado al respecto y aquí algunas conclusiones.
Pros del oxígeno portátil:
- Proporciona oxígeno adicional de forma inmediata, aliviando los síntomas.
- Puede ser útil para personas con condiciones médicas preexistentes.
- Ofrece tranquilidad a los viajeros que temen sufrir una descompensación.
- Lo puedes llevar en la mochila, usándolo solamente en caso de necesidad.
La clave está en la aclimatación:
La mejor manera de combatir el mal de altura es la aclimatación gradual. Esto significa ascender lentamente, dando a tu cuerpo tiempo para adaptarse al menor nivel de oxígeno. Aquí te damos algunos consejos:
- Asciende por etapas: No te apresures a llegar a las alturas máximas, antes de arribar al Cusco puedes aclimatarte en ciudades con menor altura como Arequipa (2335 m).
- Toma las cosas con calma: Evita el esfuerzo físico intenso durante los primeros días. Camina despacio, descansa con frecuencia y bebe mucha agua.
- Hidrátate adecuadamente: Beber agua constantemente es fundamental para la aclimatación. Lleva contigo una botella recargable y evita el alcohol y la cafeína, que pueden empeorar los síntomas.
- Escucha a tu cuerpo: Si experimentas malestar, no sigas ascendiendo. Desciende a una menor altitud y descansa hasta que te sientas mejor.
- Considera medicamentos preventivos: Consulta a tu médico sobre medicamentos como la acetazolamida, que pueden ayudar a prevenir el mal de altura.
Que el mal de altura o alguna enfermedad respiratoria no frustre tu sueño de conocer el legado Inca en el Perú, consulta con tu doctor antes de viajar.