Una cama clínica está diseñada para facilitar el cuidado de personas con movilidad reducida. Ayuda en la recuperación tras una cirugía, fractura o enfermedad. Sin embargo, su uso prolongado, especialmente sin asistencia adecuada, puede tener consecuencias perjudiciales.

¿Qué riesgos existen al permanecer demasiado tiempo en cama?

Aunque parezca cómoda y segura, una cama clínica también puede volverse peligrosa si se convierte en el único espacio del paciente durante días o semanas. Entre las principales complicaciones están: Atrofia muscular: La falta de movimiento hace que los músculos se debiliten. Escaras o úlceras por presión: Aparecen por la fricción constante sobre la piel sin cambiar de posición. Infecciones respiratorias: El reposo prolongado favorece la acumulación de secreciones pulmonares. Pérdida de equilibrio y movilidad: Al no usar el cuerpo, el sistema músculo-esquelético se deteriora rápidamente.

¿Cuándo se convierte la cama en un problema?

Todos hemos sentido alguna vez molestias tras estar mucho tiempo en cama. Ahora imagina eso multiplicado por semanas. El problema se agrava cuando el paciente depende de otros para moverse. Si no recibe ayuda para sentarse, incorporarse o dar pasos cortos, comienza un círculo vicioso de debilidad y dolor.

El peligro de la comodidad excesiva

Las camas clínicas modernas, con control remoto y múltiples posiciones, ofrecen gran comodidad. Pero esta misma facilidad puede llevar al paciente a no hacer ningún esfuerzo físico. Poco a poco, pierde masa muscular y funcionalidad. El cuerpo se adapta al reposo y rechaza el movimiento. Lo que debía ser una herramienta de apoyo, termina volviéndose una condena de postración.

La clave está en el uso correcto y el acompañamiento

Una cama clínica debe usarse únicamente el tiempo necesario para una recuperación segura. Tan pronto como el paciente pueda realizar movimientos por sí mismo —como sentarse, girar o pararse con apoyo— se debe fomentar su autonomía. Uno de los mejores regalos para un adulto mayor no es solo una buena cama, sino también ayudarle a moverse dentro de ella, levantarse y mantenerse activo tanto como sea posible.

Alquiler o compra de camas clínicas: ¿Qué es lo mejor?

Para fracturas temporales o cirugías, lo más recomendable es alquilar una cama clínica por semanas o meses. Para condiciones neurológicas o pacientes crónicos, puede evaluarse la compra. En cualquier caso, el factor más importante es contar con orientación médica y supervisión durante todo el proceso.