Tomar una ducha puede parecer una actividad sencilla para ti, pero no siempre es tan simple para los adultos mayores. Bañarse debería ser relajante, pero a veces puede parecer más cercano a la tortura para ellos. Esto se debe a que la posibilidad de caerse y lesionarse es muy real.

Sin embargo, existe una solución para este problema que les dará tranquilidad al ducharse, una silla de ducha. Al usar una, pueden sentarse y no preocuparse por caerse o resbalar mientras están en el baño. Además, les brinda un sentido de independencia ya que no necesitan la ayuda de alguien más para limpiarse.

¿Qué es y por qué usar una Silla de Ducha?

La "Silla de ducha" o "silla de baño" son términos que describen a las sillas diseñadas para usarse mientras se baña. Suelen tener un asiento y un respaldo de plástico moldeado. 

Tienen cuatro patas resistentes a la corrosión ajustables y tapas de goma antideslizantes en la parte inferior. Algunos también tienen reposabrazos. Las sillas de ducha y baño se fabrican en modelos estándar, que normalmente soportan a una persona de más de 100 kilos. Están diseñados para ser estables, antideslizantes y fáciles de limpiar.

Si el adulto mayor o el paciente todavía tiene la fuerza necesario puede sentarte en ella de manera segura mientras se lava, afeita o simplemente toma un descanso de estar de pie bajo el agua caliente.

Tanto el adulto mayor, como el paciente tienen con una silla de ducha mayor seguridad y tranquilidad mientras se ducha. Esto también significa que hay menos posibilidades de que se lesione si se resbala o cae al ducharse.

Es considerablemente más fácil sentarse en una silla de ducha y sentirse seguro en lugar de estar de pie y moverse, especialmente cuando el piso está mojado y resbaladizo. Como resultado, los adultos mayores pueden sentirse más independientes y pueden ducharse con confianza sin requerir ayuda.

Las sillas de ducha son muy requeridas también para personas con movilidad limitada porque pueden permanecer sentadas mientras se les baña.

Asistencia en el Baño

Si la persona que usa la silla de ducha es una persona enferma con movilidad limitada y necesita ayuda para bañarse, la silla de ducha es una herramienta invaluable para facilitar el proceso de baño y brindar seguridad tanto para el usuario como para el cuidador.

Aquí hay algunas consideraciones importantes:

Facilita la Asistencia en el Baño: La silla de ducha proporciona un asiento seguro y estable para la persona enferma, lo que facilita al cuidador ayudar en el proceso de baño. Al tener la opción de sentarse cómodamente, la persona enferma puede permanecer más relajada durante el baño, lo que puede hacer que la tarea sea más fácil para el cuidador.

Reduce el Riesgo de Lesiones para el Cuidador: Al utilizar una silla de ducha, el cuidador puede ayudar a la persona enferma a bañarse de manera más segura, evitando la necesidad de levantarla o soportar su peso durante largos períodos. Esto reduce el riesgo de lesiones por esfuerzo físico para el cuidador y permite que el proceso de baño sea más cómodo y eficiente para ambos.

Permite una Experiencia de Baño Más Cómoda: Para la persona enferma, el uso de una silla de ducha puede hacer que la experiencia de bañarse sea menos estresante y más cómoda. Poder sentarse mientras se baña puede aliviar la fatiga y el malestar, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos con enfermedades crónicas o debilitantes.

Proporciona Estabilidad y Seguridad: La silla de ducha ofrece estabilidad y seguridad adicionales durante el proceso de baño. Con características como reposabrazos acolchados, patas antideslizantes y materiales resistentes al agua, la silla de ducha ayuda a minimizar el riesgo de resbalones, caídas o accidentes en el baño, lo que brinda tranquilidad tanto al usuario como al cuidador.

Las sillas de ducha vienen en una variedad de diseños y tamaños para adaptarse a necesidades individuales:

Silla de Ducha Estándar con Brazos: Con cuatro patas y aspecto similar a una silla convencional, incluyen agarres para ayudar a levantarse y sentarse.

Banco de Ducha con respaldo: Ayuda a sentarse y bañarse más cómodamente, disminuyendo el riesgo de resbalones o caídas en la ducha.